A partir de aquí comenzamos con la parte fuerte del blog. Un espacio para homenajear, o bien destrozar, los trabajos discográficos de infinidad de bandas de la escena extrema.
Comenzamos con uno de los pilares del género más ojete, callejero y destructor: el thrash.
SLAYER - GOD HATES US ALL
2001
American Recs.
Ámalo u ódialo.
Así, sin medias tintas, es como creo que se debe definir el primer lanzamiento de Slayer del nuevo siglo, coincidiendo su salida al mercado con la destrucción del WTC de Nueva York el 11-S.
Después del desastroso ‘’Diabolus in Musica’’ y en plena explosión nu-metalera, cuando grupillos como Deftones, Limp Bizkit, Korn o Slipknot saturaban el espectro de radio y TV, Slayer decidió modernizar un poco su sonido y coquetear con la nueva tendencia del ‘’metal’’, de la mano principalmente de Jeff Hanemann, ya que el enfoque de Kerry King siempre ha sido un poco más conservador.
El resultado fue dispar, con muchas altas y bajas. El lanzamiento se retrasó debido a discrepancias con el arte de la portada, que a final de cuentas quedó espantoso, mostrando un libro sangrante y lleno de clavos colocados en Photoshop de manera totalmente macuarra . Y más aún , fue censurada con un inserto de papel para cubrirla. En fin, pasemos a las canciones, dividiéndolas en dos bloques:
LAS ALTAS:
DISCIPLE – Un inicio brutal, como nos tiene acostumbrados Slayer, una canción que ya no falta en sus setlists, y con esa frase ‘’God hates us all’’, que de tanto repetirla se te queda a huevo grabada en los sesos. Queda aquí establecido el nuevo sonido del disco, con guitarras en una afinación más grave de lo que la banda manejaba, y una voz muy gritona en plan hardcorero.
GOD SEND DEATH – No se baja el pie del acelerador, pero empiezan a aparecer ciertos sonidillos numetaleros. Buen tema, a pesar de todo.
EXILE – Puro atasque. Estamos escuchando a Araya en su faceta más hardcorera.
SEVEN FACES – Más en la línea tradicional de Slayer, me recuerda mucho a Seasons on the Abyss.
BLOODLINE – Esta ya es a medio tiempo, elegida como sencillo y para grabar un video. Se oye muy bien, y repetirían la fórmula en 2006 con ‘’Eyes of the Insane’’
WAR ZONE – La más atascada del disco. Solamente escuchen ese doble bombo de Paul Bostaph. IMPRESIONANTE.
HERE COMES THE PAIN - Buenos riffs, un tema rápido, aunque con un cierto regustillo a lo Sytsem of a Down.
PAYBACK – El regreso a los riffs ochenteros que son marca registrada de la banda, excelente tema para cerrar el disco.
LAS BAJAS:
NEW FAITH – Empieza brutal y agresiva, pero a la mitad de la canción se pierde totalmente la brújula.
CAST DOWN – Junto con DEVIANCE, son canciones que retoman el sonido de Diabolus in Musica. De hueva, prefiero saltármelas.
THRESHOLD – Bueno, aquí y en China esto es NU-METAL. Un tema que Slipknot firmaría sin ningún problema, y hasta parece que Araya rapea, en algunas partes.
Eso es todo. A pesar de tantos bemoles, creo que es un disco medianamente aceptable.
Calif. 7.5
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