domingo, 31 de enero de 2010

Ni un sólo punto de luz



INCANTATION
Mortal Throne of Nazarene
Relapse Recs. 1994

Si por blasfemo, fornicador y descreído soy condenado a pasar toda la eternidad en el infierno, seguramente lo primero que escucharé al llegar a tan negro y desolado lugar, será la música de INCANTATION de fondo.

Eso es lo que me hace sentir la música del grupo comandado por John McEntee. Sonidos y ambientaciones infernales y oscuros, producto de una mente muy retorcida que ha tenido a bien correr a más de 30 músicos de la banda a lo largo de 20 años. Incantation nunca ha sido del completo agrado de la masa de seguidores del metal. Su death metal lento y agobiante, sus vocalizaciones ultra graves y sus atmósferas negras e impenetrables los han mantenido alejados de la parte más ‘’mainstream’’ de la escena. Pero ni falta que les hace. Tienen una fiel legión de seguidores, entre los que me cuento. Pero vayamos al disco sin más preámbulos.

Mortal Throne of Nazarene es su segunda producción, explorando niveles de brutalidad no conocidos hasta ese momento en la escena del death metal americano. Con este disco me inicié en ese género, allá por 1995, y nunca dejaré de recordar las sensaciones que me transmitió. Me era difícil entender como alguien podía hacer algo tan…pesado-molesto de escuchar-fascinante-alterador del estado de ánimo. Esas atmósferas son las que hacen a esta banda y a este disco tan únicos para mí. Ni siquiera Deicide con su ultra anticristiana y satanista aproximación, logra transmitir tanta malignidad. Mortal Throne of Nazarene es la representación auditiva del color negro más profundo, de las profundidades insondeables…de entrar a una oscura caverna y sentir que ahí habita un ser absolutamente perverso. Es un cuadro pintado de un odio total hacia los valores bondadosos del cristianismo. Es la veneración del mal como camino.

Los dos primeros cortes, Demonic Incarnate y Emaciated Holy Figure simplemente te mandan de espaldas. Contienen todos los elementos que han hecho de Incantation una institución y fuente de inspiración para infinidad de bandas subterráneas en todo el mundo: partes veloces, cambios de ritmo inesperados, una distorsión en las guitarras muy característica, partes lentas a lo Candlemass/Black Sabbath, y sobre todo…ESA VOZ. Craig Pillard debe ser uno de los mejores vocalistas de la escena death metal. Sus growls absurdamente bajos, rayando en lo incomprensible, crean el complemento perfecto al infierno sonoro de la banda.

También aquí está el que quizás sean las dos mejores canciones en la carrera del grupo: Nocturnal Dominion y The Ibex Moon. Por su parte, Blissful Bloodshower es el caos y la devastación con sus escasos 1:30 minutos de duración, y cerramos con Abolishment of Immaculate Serenity, y con esta última les recomiendo sean valientes, porque son 8 largos y enloquecedores minutos de ritmos lentos, pesados, asfixiantes…

Como tarjeta de presentación, nunca he dejado de mencionar el hermoso y pervertido arte de la ilustradora coreana Miram Kim. Una visión de Satanás encarnado como parte intrínseca de la naturaleza y de la especie humana. Por ahí noto la influencia del pintor flamenco Hieronymous Bosch, con sus enfermas visiones del infierno, El Jardín de las Delicias.

No miento. Cada que me atrevo a poner este material en mi reproductor de CD, percibo la vibra del Supremo Maligno paseándose por mi habitación. Escúchenlo a solas, sin que nadie moleste. Verán lo que les digo.

Calif. 10



1 comentario:

  1. No mames güey, ahora sí te pasaste! Incantation siempre ha sido una banda de terror, y en especial éste disco es de lo más maldito que habido.Bien ahí...

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