...y de inmediato recordé que Sigmund Freud decía que en los sueños se hacen realidad nuestros deseos y anhelos. Tanto conscientes como reprimidos.
Y ahí estabas otra vez. En ese extraño universo paralelo al que nos trasladamos al entrar en la fase REM del sueño, ¡¡resulta que éramos vecinos!! vivías frente a mi casa, y en un momento tocaste a mi puerta y me pediste hablar. Salí entonces a la calle...y ya no estabas.
Eran como las 4 de la mañana, desperté con el corazón agitado, invadido por la ansiedad y con el estúpido impulso de tomar el teléfono y llamarte (a esas horas jajajaja, vaya babosada). Pero después de unos cuantos minutos recordé nuevamente a Freud, esta vez con su enunciado de que los sueños también son un mecanismo que la mente emplea para sacar espinas que le molestan.
No hay nada de qué preocuparse, pues. Todo tiene una explicación racional. Nada de mamarrachadas cursis como ''es una señal´´, o ''ella seguramente también está pensando en ti, búscala''. Tonterías.
Dejaré pues que mi mente se vaya curando sola poco a poco, y quizás continúe soñando contigo algunas noches más. Mientras tanto te deseo lo mejor, y que sigas teniendo suerte en lo que sea que estés haciendo.
Buenas noches.
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