En el mundo griego y romano, las bacanales eran fiestas en honor a Baco (dios mitológico romano del cual deriva el nombre bacanal) o Dioniso (dios mitológico griego), en las que se bebía sin medida. Las sacerdotisas organizadoras de la ceremonia se llamaban bacantes y el nombre ha quedado asociado a las orgías romanas.
Por su parte, Belial es una deidad demoníaca consagrada a la lujuria y a los placeres carnales. Se dice que es un demonio de aspecto agradable y que induce a todo tipo de pecado, especialmente relacionados con el sexo. Se le da el nombre también del "señor de la arrogancia" o "señor de orgullo".
La cita se agendó una semana antes, elegí el tercer turno,a partir de las 8 de la noche. Conforme transcurren los días, la balanza de indecisión no me deja en paz. ¿Estaré haciendo lo correcto? No lo sé ni me importa, y al fin llega el tan esperado viernes.
Y entonces esa muy familiar sensación de mariposas en el estómago. Antes de salir del trabajo, hay que pasar a orinar, porque los nervios podrían jugar una mala pasada. Llego al lugar de la reunión y no hay sitio para estacionar el auto, aumenta entonces la ansiedad ¿habrán empezado ya? voy retrasado.
Camino a la recepción y pregunto por el número de habitación. La cara de hastío del empleado me deja bien claro que la respuesta que me acaba de dar, ya la ha dado muchas veces a lo largo del día. Subo al elevador junto a otros 3 tipos ¿No es coincidencia, verdad? porque todos vamos al mismo lugar.
Nervios. Miedo. Ganas de huir. Vacío en el estómago.
Tocamos, nos abren la puerta y nos reciben como si las conociéramos de tiempo atrás. Me tranquilza darme cuenta que aún no ha empezado nada, y que somos los últimos en llegar. Nos estaban esperando. Somos 6 hombres y 6 mujeres.
¿Y ahora por dónde empezamos, qué sigue? una breve ronda de saludos, y algunos empiezan con la acción.
Caen las ropas, la adrenalina invade el cuerpo. Milagrosamente las molestas sensaciones producidas por los nervios, desaparecen. El campo de visión se reduce entonces a una especie de túnel, donde sólo ''veo'' a las otras parejas, no las ''observo''. Se vuelven objetos inanimados, muebles. Aquí más te vale no pensar, bloquear la mente. Sólo hay que dejarse llevar y permitir que el cuerpo haga el resto. No hay consciencia del tiempo, estás en lo tuyo y lo que hacen los demás no te interesa.
Fin de la sesión. Continúa una charla agradable y una ronda de bebidas. Excelente trato, todos parecemos amigos que hemos hecho esto juntos infinidad de veces. Los conocidos demonios del pudor y la culpa han desaparecido, y son reemplazados por una cierta sensación de incredulidad. ¿Realmente fui yo el que hizo esto? ¿cómo lo logré? ¿cómo vencí el pudor y el pánico escénico? Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Dos personalidades conviviendo dentro de mí, de las que hasta ahora no estaba consciente.
Vamos de regreso a casa, con la victoria personal y secreta a mis espaldas. Lo conseguí. Ahora no hay límites.
Suena muy interesante, aunque mi pudor no me dejaría hacer algo así jajaja,
ResponderEliminarPero para todos ellos que lo han vivido, mis respetos y que bien por disfrutar su sexualidad al máximo ¡!!
hahahahahahahahahahaha y x eso hay mas maricones todavia D: xk si les follan x el culo a los heteros disfrutaran de su punto g y se convertiran a los bi o gay...
ResponderEliminarjajajaja quisiera hacer eso
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