Vulgares vaqueros infernales exhibiendo su poder

PANTERA
Cowboys From Hell, 1989

Siempre es una idea muy mala el tratar de encasillar a Pantera en un género. En los 14 años que llevo de conocerlos la pregunta sigue sin tener respuesta: ¿qué tocan???. Algunos se van por la fácil y dicen que ‘’crossover’’, pero en mi mente el crossover pasa por bandas del estilo de D.R.I., Suicidal Tendencies, o Corrosion of Conformity, y que evidentemente están muy alejados del sonido de Pantera. Así que olvidémonos de etiquetas y disfrutemos de la demoledora máquina texana de hacer METAL. Sólo son eso, metal.


Pantera irrumpió repentinamente en el escenario en 1989. Y aunque ya habían editado algunos discos, su verdadera historia comienza en el citado año, y Cowboys From Hell no es más que un revoltorio bien pulido de influencias de la época. Escucharlo me remite a cosas como Judas Priest, algo de Metallica, mucho de Kiss, otro poco de AC/DC, una pizca de van Halen, y otra del glam- hard Rock de la escena de Los Angeles.

En lo que en su año supuso el trancazo del momento, Cowboys From Hell es un disco con 10 temas que se graban en la cabeza como fierro al rojo. La canción homónima que abre es la viva muestra de lo que vendrá. Una voz privilegiada, un virtuoso en la guitarra que se saca riff tras riff quién sabe de dónde, una batería que sin ser veloz, devasta todo a su paso. Lo único que no se escucha es el bajo, pero no importa. Es la canción que les abrirá las puertas y los lanzará al mainstream.

Todos los temas son de destacar, y repito, muestran una mezcla de influencias quizá demasiado ecléctica, pero efectiva al fin y al cabo. Típico sonido thrash ochentero en Heresy y en The Art of Shredding; heavy-speed a lo Overkill en Shattered; hard rock en Medicine Man; mucho de Masters of Puppets en Psycho Holliday y Domination …pero sobre todo hay 2 temas de los que merecen que se hable aparte.

Cemetary Gates y The Sleep son dos de las canciones que pediría se tocaran en mi funeral. Sentidas, emotivas, largas e hipnotizantes, con crudeza y fiereza sin perder la melodía y donde Dimebag Darrell se suelta la greña y se revela como el grandísimo guitarrista que fue. Creador de toda una escuela y con ese estilo influenciado por Eddie van Halen y Ace Frehley. Sentimiento, feeeling, virtuosismo no exhibicionista. Philip Anselmo por su parte se luce con las que quizás son las 2 mejores interpretaciones de su carrera. Balance entre la voz agresiva y semigutural, los agudos remembranza de su ídolo Rob Halford, y las partes limpias. Sorprendente. Y me sigue poniendo la piel de gallina todavía.

Las opiniones se dividen, entre cuál es mejor, ‘’Cowboys..’’ o ‘’Vulgar..’’. Qué difícil decisión.

VULGAR DISPLAY OF POWER
1992

Consolidados ya como banda, vendiendo cientos de miles de discos y metidos de lleno en el ámbito más comercial, amados por muchos y odiados por otros tantos, viene el segundo disco de Pantera.

Si Cowboys era una mescolanza un tanto indescifrable, aquí el ‘’sonido Pantera’’ finalmente se ha definido y será la pauta para sus siguientes discos. Y no sólo para ellos. Vulgar Display of Power es un puente involuntario entre el viejo sonido ochentero y el nuevo metal americano que dominaría a partir del año 2000. Una fusión entre la agresividad, la violencia necesaria y la melodía. Entre la voces rabiosas y las limpias, una fórmula que decenas de bandas del estilo de Slipknot, Korn o Deftones implantarían años después.

Es ésta la queja de los rancios thrashers de la vieja escuela. Se considera que ‘’Vulgar..’’ contribuyó a la muerte del thrash por sus concesiones comerciales y su coqueteo con algo del sonido grunge de los 90s. ¿saben qué? Francamente no me interesa. El thrash cayó por su propio peso y por la repetición y saturación de sus propios clichés. A últimas fechas ha resurgido, pero eso ya es otro cuento. Vamos a lo que nos atañe…

Nuevamente como en el disco anterior, ninguna canción sale sobrando. Ahora son 11 uppercuts que si no logran prenderte, es porque quizás sufras de algún grado de autismo. Abrimos con Mouth for War, potentísima canción que tuvo la osadía de desbancar a la todopoderosa Enter Sandman del 1er lugar de las listas gringas. Contundencia, un sonido más refinado y la voz de Anselmo más desgarrada y violenta. Cierra con una parte rápida muy a lo hardcore, ideal para romperte la madre en un moshpit.

Otras joyas son la ultracomercial This Love, con Anselmo primero cantando melódicamente al estilo de Layne Staley, para después destrozar todo con el violentísimo coro. Walk es quizás el tema más conocido de la banda, con un riff pegajoso , ideal para programarlo en radio.

Hay otro par de canciones por mencionar. Éstas son Fucking Hostile, el más brutal corte en la carrera de Pantera, canción con la que dejo de ser un nerd oficinista de 9 a 7 para convertirme en un pinche loco y un animal; y Hollow, emotiva y sentida melodía un poco en la vena de Cemetary Gates, canción en honor al amigo/hermano que ha caído en la desgracia de un estado vegetativo por ¿la droga? No lo sé con seguridad, la letra se interpreta como sea.

No hay temas de relleno. Quizás por ahí No Good, Live in a Hole y By Demons be Driven pasen ‘’desapercibidas’’, pero no por malas, sino porque la competencia es muy fuerte. Por su parte, pura violencia y ganas de partir hocicos es lo que me despiertan New Level y Rise. DEMOLEDORAS.

Es el pico más alto en la carrera de Pantera. Después de esto, infinidad de factores impidieron otro trancazo similar de la banda: alcohol, drogas, giras agotadoras, proyectos alternos, etc., hasta su separación definitiva en 2003. Lo que después sucedió con Dimebag Darrell todos lo sabemos.

Que años aquellos.

Calif. 10 para ambos.