domingo, 13 de septiembre de 2009

El arte del Führer

En días recientes una casa de subastas de Nüremberg puso a la venta algunas acuarelas de Adolf Hitler, a un precio de 42,000 euros. Las obras están fechadas entre 1910 y 1911 y fueron pintadas en Viena, cuando Hitler trataba de ingresar a la Escuela de Bellas Artes.

¿Qué se puede decir de ellas? a favor, pues que no están nada mal para alguien que se interesó en el arte y pintó de manera autodidacta. Son escenas siempre con un dejo melancólico, frío, de soledad.
Ciudades y plazuelas sin gente, casas en ruinas, bancas en parques solitarios, colores muy apagados, carentes de vida. Sin duda el reflejo de su personalidad.

















¿Y en contra? Pues que para ingresar a una academia de arte, se necesita mucho más que esto. Hitler creía que poseía un talento artístico arrollador, pero al ver estos cuadros queda muy claro que no es así.
Son pinturas que con facilidad podría realizar cualquier estudiante de arquitectura; les falta ''alma'', sensibilidad, no parecen más que bocetos coloreados.

































Dos veces fue rechazado Hitler en su intento por ingresar a la academia. Esta frustración lo llevaría a dedicarse a la vagancia por las calles de Viena, y más tarde enlistarse en el ejército alemán de la 1a Guerra Mundial. Quedaría temporalmente ciego en batalla, regresaría a Alemania, y el resto ya es historia bien conocida.

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