martes, 29 de septiembre de 2009

Imaginación hiperactiva


DEATH - Individual Thought Patterns
Century Media
1993

Corre el año 1993, y como todo lo que sube tiene que bajar, parece que el boom del death metal ha llegado a su fin. El mercado estaba saturado de infinidad de bandas que sólo ofrecían lo mismo, algo similar a lo que le ocurrió al thrash. En Europa el Black Metal aparecía, y en los States ya vendía más el estilo de grupos como Fear Factory, Pantera y Machine Head.
Así se expresaban algunos actores de la escena extrema en ese momento de ‘’crisis’’:

SCOTT BURNS: ‘’Ya no hay ninguna banda que valga la pena. Si acaso cuatro o cinco grupos sobrevivirán’’.
MONTE CONNER (Roadrunner Recs.): ‘’La discográfica ya no está interesada en el estilo. Es muy apresurado decir que el Death Metal como movimiento musical ha desaparecido, todavía hay un mercado, pero dudo mucho que en adelante salga algo novedoso que nos impresione. Creo que sólo las bandas con personalidad propia continuarán.’’
DIGBY PERSONS (Earache Recs.): ‘’Creo que el error fue saturar el mercado con una misma oferta. Quizás esto haya llevado al género a su fin’’.
PATRICK MAMELI (Pestilence): ‘’Las cosas cambiaron. Se necesita UNA NUEVA DIRECCIÓN A SEGUIR, UN NUEVO CAMINO’’.

Proféticas las palabras de Mameli,; se había entrado a una etapa de cambios, se cerraba un ciclo en el death metal. ¿Pero había muerto realmente? Más bien necesitaba una bocanada de aire fresco, necesario para su salvación.
¿Y de quién llegaría dicho aire? ¡¡pues de quién más, sino de uno de sus creadores!!!! Chuck Schuldiner y sus renovados DEATH, con su álbum Individual Thought Patterns.
Una alineación de verdadero lujo, con Andy LaRocque, Steve di Giorgio y Gene Hoglan, logró parir otro monstruo, diez brutales trancazos del death metal más complejo y enrevesado hasta ese momento producido, un estilo que años después grupos como Cryptopsy y Decapitated llevarían al extremo. Con un palmo de narices se quedaron los que pensaban que el death metal ya no iba a ningún lado.

Un material que muestra a Chuck en su cenit creativo; por todas partes se deja ver su progresión como músico desde aquel primitivo Scream Bloody Gore, apoyado en los otros tres personajes, cada uno de ellos virtuoso por sí mismo. Difícil decir qué canción es la mejor, pero destacan Overactive Imagination, que establece las reglas. Mucha agresividad, velocidad, y esas inconfundibles líneas de bajo que sólo Steve DiGiorgio sabe tocar. La voz de Chuck se escucha más gutural que nunca, y es el turno de In Human Form…qué pedazo de tema, sólo hay que escuchar la parte rápida central, con Gene Hoglan pegándole como bestia al doble bombo. Trapped in a Corner, se volvió infaltable en sus setlists, Nothing is Everything, tiene unos riffs muy extraños que no termina de agradarme, pero igual se pasan por alto. Mentally Blind, con unos cambios de ritmo alucinantes y hasta por ahí un sintetizador de fondo.
Y la mejor de todas: The Philosopher, lenta, pesada, con unos riffs que se quedan en la cabeza a huevo. Una crítica a los falsos guías espirituales, que hasta tuvo amplia rotación en MTV. De los mejores temas compuestos por Chuck.
Pues en resumen, un disco visionario, que amplió los horizontes del death, un material un poco difícil de asimilar por su misma complejidad. Cuesta varias oídas agarrarle la manija, pero al final se revela como lo que es, una verdadera joya dentro del metal extremo.

9.5

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