martes, 15 de septiembre de 2009
¿Soy un Yo-yo?
Heriberto Yépez publicó este fin de semana en Diario Milenio,un texto muy entretenido, pero no por ello irreflexivo o irrelevante, en el que habla de la “generación yo-yo”, conformada por quienes nacieron nacieron unos pocos años después que yo, que dicho sea de paso, ya no sé a qué generación pertenezco; esto es, nací pocos años después de los que perttenecen a la generación X, pero tampoco soy de la generación yo-yo; más bien me quedé a la mitad.
Cierto, he conocido a personas de mi generación ques son escépticas y pesimistas (me incluyo), coqueteamos con el nihilismo y la autodestrucción sin llegar a ninguno de lso dos, peeeero...en los que ´sí estoy seguro es que la frase que tendrán que ponernos en nuestro epitafio es: “¡qué güeva!”.
Aquí les va lo que escribió el Sr.Yépez:
La Generación Yo-yo
Después de la Generación X (1967-1976 aprox.) apareció otra generación cuyo mote oficial es “Millenials” (N. Howe y W. Strauss. Su rasgo principal: el ultra-narcisismo.
Prefiero llamarlos Generación 1984 o, en directo, Generación Yo-yo. Ególatras, divertidos y redundantes, los yoyos nacieron en los ochenta y noventa.
La generación anterior estaba marcada por el dúo USA-URSS y, por ende, su visión por default era el maniqueísmo. ''Sabían'' decir quiéness eran los ''buenos'' y quiénes los ''malos''.
La Generación Yo-yo sólo conoció el dominio norteamericano. Son unidimensionales. Creen que sólo hay una manera de hacer las cosas. Y quieren saberla a la voz de YA, y aplicarla.
Nacieron en el mercado super-individualista. Para un yoyo volverse sabio significa alcanzar una buena autoestima. Poco profundos o creativos, su ¿virtud? es “hacer caso” y ser más disciplinados que los apáticos X.
Son autoritarios. Después del desastre de la contracultura, quieren poner “orden”. Son posmo, es decir, no creen que haya diferencia alguna entre la cultura alta y el pop. Juegan a ser tolerantes. Para ellos, ¡todo es cool! Creen que la clave de la existencia es tener la información correcta. (Internet es lo máximo.) Pero como crecieron en un mundo con una sola visión aprobada, los yoyos creen que escuchar muchas opiniones es “bueno” para formar “su propio criterio”.
Popstars, su finalidad es la fama; hacer que su yo sea amado por el mundo tanto como ellos ya lo aman. Y si no me aman, entonces me hago emo.
Según sus propios apologetas, los yoyos son neomoralistas, de altos estándares, y aunque no son innovadores son perseverantes.
¿Su meta? Quitar todo lo que los separe de ser “yo mismo”.
Una vez alcanzado, comienza la autopromoción infatigable vía MySpace, Facebook o YouTube. No tienen vida, obra o, siquiera, carrera.
Nacieron sin dios o causas. Pero siguen siendo antropo-crédulos y cuando buscaron en qué creer, encontraron su imagen. La psicología a nivel mundial no para de asombrarse del crecimiento imparable del narcisismo, amor al estado actual (yo, la perfección andando).
Los yoyos harán que las economías progresen debido a su consumismo, su tecnofilia y, en general, por saber aprovechar los recursos ya existentes. Por eso el iPod y por eso el iPhon y el Blackberry y la Wikipedia.
El gran problema de los yoyos es que no innovarán nada. Ni su literatura, tecnología o investigación serán significativas: lo único que los yoyos desean es hacer más cómodo su mundito. No crean: adaptan. No aportan: se apropian. Nada harán por el mundo, sólo piensan en sí mismos.No dejarán huella. Será como si no hubieran existido. No pasarán a la historia: los yoyos están hechos de otros.
------------
¿Soy un yoyo? debo admitir que mi personalidad concuerda con la mayor parte de la descripción...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario